En mi artículo pasado, hable sobre ¿Cómo? impactaba en los participantes de mi Taller Re Calculando tus finanzas, el módulo sobre el uso correcto de las tarjetas de crédito y sus beneficios. Para mí es un descubrimiento, el hecho de que las personas se encuentran en problemas financieros por desconocer entre otras cosas, el uso correcto de la tarjeta de crédito, créanme, bien utilizadas es un salvavidas. |
Pero ahí ésta el primer problema, no sabes utilizarla, es más NO QUIERES UTILIZARLA, porque desde pequeño te inculcaron que, usarla o deberle a alguien es MALO y que la tarjeta de crédito NO SE USA, solo en caso de emergencia. Esta creencia negativa, no evolucionó, se quedo pegada en una ideología antigua, que no vibra con el mundo financiero de hoy y que te limita el acceso, a beneficios inimaginables, sobre todo en economías hiperinflacionarias como la nuestra. |
LOS BANCOS: ¿ AMIGOS O ENEMIGOS?
En el módulo de mi taller, donde hablo de los bancos, explota entre los participantes un sin fin de emociones que al principio me dejaban sin habla.
En Venezuela, los bancos han sido desprestigiados y estoy segura, que es porque nadie les explico a los usuarios, al igual que la tarjeta de crédito: ¿Cómo funcionan? y ¿Cuáles? son los beneficios de tenerlos como aliados.
Lo que les puedo adelantar en este artículo, es que los bancos son negocios con fines de lucro, señores, los bancos los necesitan a ustedes como clientes para poder existir. Los bancos ganan sobre los intereses que les cobran por los préstamos, por el uso de las tarjetas de crédito y otros instrumentos financieros.
Si esto es así, ¿Porqué le tienes miedo a los bancos?, es como que le tuvieras miedo a la tienda que te vende una nevera.
Quiero contarte una anécdota de mi infancia.
Siempre recuerdo a mí tía Carmencita, ella era una señora, muy formal, una ciudadana honorable, como ella decía; cuando tenía que ir al banco por alguna razón, no dormía la noche anterior, le tenia pánico a los bancos, ella pensaba que eran lo peor del mundo, que se aprovechaban de los clientes, que eran tacaños y no les daban los servicios que necesitaban. Decía que prefería como era antes, guardar la plata bajo el colchón.
La mayor preocupación y la mayor queja de mí tía, era la tarjeta de crédito. Tenía una visa, que la cuidaba más que a su propia vida, la guardaba en un forro especial y cuando la usaba, prácticamente era como un acto de magia. Desde que la usaba estaba pendiente de pagarla en su totalidad cuando llegara la fecha de corte, ni un día antes, ni un día después. Nunca se pasó en el pago, nunca dejo que se acumularan deudas en su tarjeta de crédito y a pesar de ello, nunca recibió un aumento de límite digno.
Ella decía: Yo, que soy una excelente cliente, no uso la tarjeta de crédito, no le debo dinero, pago todo a tiempo y el banco me trata mal, no me premia ni con un aumento de límite.
Así vivió mi tía Carmencita su vida, peleando con la tarjeta de crédito y desprestigiando al banco. Lo que ella nunca entendió es que el banco es un negocio, con fines de lucro y que el manejo de su tarjeta de crédito, lejos de hacerla una buena cliente, la convertía en una cliente que para el banco solo generaba gastos, no generaba ganancias ya que nunca podía cobrarle intereses.
El éxito de las economías de primer mundo en gran parte se debe al apoyo de los bancos, tanto a personas naturales como personas jurídicas y a su educación financiera.
En Venezuela, los bancos han sido desprestigiados y estoy segura, que es porque nadie les explico a los usuarios, al igual que la tarjeta de crédito: ¿Cómo funcionan? y ¿Cuáles? son los beneficios de tenerlos como aliados.
Lo que les puedo adelantar en este artículo, es que los bancos son negocios con fines de lucro, señores, los bancos los necesitan a ustedes como clientes para poder existir. Los bancos ganan sobre los intereses que les cobran por los préstamos, por el uso de las tarjetas de crédito y otros instrumentos financieros.
Si esto es así, ¿Porqué le tienes miedo a los bancos?, es como que le tuvieras miedo a la tienda que te vende una nevera.
Quiero contarte una anécdota de mi infancia.
Siempre recuerdo a mí tía Carmencita, ella era una señora, muy formal, una ciudadana honorable, como ella decía; cuando tenía que ir al banco por alguna razón, no dormía la noche anterior, le tenia pánico a los bancos, ella pensaba que eran lo peor del mundo, que se aprovechaban de los clientes, que eran tacaños y no les daban los servicios que necesitaban. Decía que prefería como era antes, guardar la plata bajo el colchón.
La mayor preocupación y la mayor queja de mí tía, era la tarjeta de crédito. Tenía una visa, que la cuidaba más que a su propia vida, la guardaba en un forro especial y cuando la usaba, prácticamente era como un acto de magia. Desde que la usaba estaba pendiente de pagarla en su totalidad cuando llegara la fecha de corte, ni un día antes, ni un día después. Nunca se pasó en el pago, nunca dejo que se acumularan deudas en su tarjeta de crédito y a pesar de ello, nunca recibió un aumento de límite digno.
Ella decía: Yo, que soy una excelente cliente, no uso la tarjeta de crédito, no le debo dinero, pago todo a tiempo y el banco me trata mal, no me premia ni con un aumento de límite.
Así vivió mi tía Carmencita su vida, peleando con la tarjeta de crédito y desprestigiando al banco. Lo que ella nunca entendió es que el banco es un negocio, con fines de lucro y que el manejo de su tarjeta de crédito, lejos de hacerla una buena cliente, la convertía en una cliente que para el banco solo generaba gastos, no generaba ganancias ya que nunca podía cobrarle intereses.
El éxito de las economías de primer mundo en gran parte se debe al apoyo de los bancos, tanto a personas naturales como personas jurídicas y a su educación financiera.
En mi taller, también te enseño a convertirte en un excelente cliente para los bancos, esos clientes que buscan a fin de mes, para otorgarles créditos y otros instrumentos financieros. Descubre ¿Cómo?, haciendo mi taller Re calculando tus finanzas. Recibe la educación financiera que tanto mereces y no seas como mi tía Carmencita. |
ME MUERO DE LA CURIOSIDAD POR SABER: ¿QUÉ SON LOS BANCOS PARA TI?
AMIGOS O ENEMIGOS
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